lunes, julio 21

Silbania


Las rocas del rompeolas estaban frías
en mi espalda desnuda
y el polvo de mar al romper,
humedecía los dedos de mis pies
la primera vez que hablé de Silbania...

Ella lo comprendió al instante
me miró de reojo, sonrió, y me dijo,
continua...

Le expliqué que Silbania sólo se podía ver,
si cerrabas los ojos bajo un cielo sin luna.
Todos saben, que cuando Luna se muestra,
es imposible ver algo mas...
y Silbania, Silbania es tan sutil que sería imposible
hasta para las mentes más intrépidas.

Por suerte, esa noche, la luna estaba durmiendo
y en la playa junto al rompeolas,
un concierto de jazz nos serviría de canal.
No hace falta explicar que la música mejora el oído

A estas alturas, os preguntaréis para que necesitamos el oído
Pero es que... Silbania no se ve
Vaya chasco! diréis algunos,
Pero es que Silbania se escucha...

Los habitantes de Silbania, se llaman Silbanos,
y por extraño que pueda parecer, nunca hablan!

Si todavía no lo habéis deducido por el nombre,
os diré, que como se comunican, es silbando
Que dolor de labios tendrán!! podría decir alguien
pero la verdad, es que como llevan haciéndolo desde tanto tiempo
lo que les costaría sería no silbar...

En silbania, no hay chicos y chicas
en silbania todos son iguales
Como son invisibles,
sólo se conocen por los sonidos que salen de su interior

En Silbania, saben silbar en varios colores,
y cuando quieren enviar un mensaje a un amigo que está lejos
buscan una silbada, que es algo así
como una caracola de mar con alas

En ella, suelen silbar lo que quieren decir
y el sonido, permanece en ella mientras vuela
hasta que el amigo, al escucharlo, le devuelve el mensaje.

Puesto que los Silbanos no tienen casa
querréis saber, como la Silbada encuentra a sus amigos
pero es que los Silbanos, desde que son un simple susurro
aprenden a escuchar
y gracias a que siempre escuchan y sólo silban
cuando tienen algo importante que decir
no les es muy complicado, oír una voz amiga
entre los miles de silbidos que junto a ellos conviven

Otro día, puedo hablar mas de este curioso planeta
que a veces, si me concentro, puedo escuchar desde mi tejado

Cerrad los ojos y abrid bien los oídos,
seguro que podréis ver, mucho mas allá
de lo que jamás habíais imaginado,
mas lejos aún que la Luna!
podréis ver, dentro de las personas...


Para ese niño que nunca aprendió a escuchar...

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