sábado, agosto 23

Camino perdido



Empachado de sonidos sin sentido,
la casa de chocolate quedó atrás,
Los pájaros se comieron las migas de pan,
y ya no recuerdo cómo volver.

Puede que me equivoque,
y cuando algo huele, es porque está podrido,
que las quimeras sólo existen en mi cabeza,
y que las voces, a veces han de rugir.

Ahora peso 10 gramos menos.
Y si me preguntan, diré que yo nunca estuve allí.
Que el helado se derrite, pero el palo pocas veces es de regaliz.
Que los cuentos, cuentos son, y rara vez superan la ficción.

A menudo entiendo, que si escribo es sin razón,
pues ésta no comprende la emoción.
Así es que camino sin rumbo
al encuentro de semillas en alguna estación.

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